El proceso de rehabilitación integral requiere de apoyos terapéuticos que faciliten la recuperación rápida y con máximos logros, dentro de los que se destaca la disciplina de la nutrición, pues se requiere estar en condiciones nutricionales adecuadas, esto es, con un peso ideal.
De la misma forma, cuando hay afectaciones de piel, o de esfínteres por lesiones neurológicas se cuanta con el apoyo de una profesional en enfermería, quien apoya y asesora en los cuidados específicos.
El proceso de rehabilitación requiere de la participación activa de familia y de unas condiciones mínimas de funcionalidad familiar, al igual que unas instalaciones arquitectónicas que faciliten la movilidad de las personas con discapacidad o en procesos de recuperación, por lo cual contamos con la trabajadora social quien hace visita domiciliaria para contribuir a que existan las condiciones necesarias.